INTRODUCCIÓN
A nuestros aborígenes les llamo la atención el fuego, la luz, la lluvia, el rayo, la noche entre otros fenómenos naturales, pero uno de los que produjo un cambio sustancial en su vida fue el fuego; porque en el observaron que sus grandes rivales corrían al momento de verlo y dio pie para que comenzaran a realizar sus investigaciones, sobre sus aplicaciones en su quehacer y descubrieron que con el podían cocinar sus alimentos, protegerse en contra de animales peligrosos, iluminar y calentarse en la noche.
Algunos siglos después se interesaron los egipcios y otras culturas sobre el aprovechamiento de las lluvias y sequías para sacar el mejor provecho a las siembras de sus diferentes alimentos y en nuestra actualidad los científicos han aprovechado la física para tratar de explicar y reproducir fenómenos de la naturaleza.
Todo esto nos lleva a dar una mirada exhaustiva a la física y sus intrincados caminos y enlaces con otras áreas del conocimiento como es la biología, la quimica, entre otras. Que han proporcionado muchos avances en las ciencias naturales en el marco microscópico y macroscópico; donde el primero por razones de estudio es dejada a un lado para que la estudien los científicos y la según es la más estudiada por su facilidad y simplicidad a la hora de estudiarla, teniendo en cuenta que esta es observada desde un sistema de referencia que permite su mejor visualización.
No cabe duda de que la biología es una ciencia que se encuentra en un período de avances asombrosos, sobre todo en lo que se refiere a su capacidad de generar nuevos datos relevantes sobre los procesos que se producen en la materia viva, en una escala que va desde la molécula hasta un organismo completo. Pero estos datos por sí mismos son insuficientes para generar una comprensión real de estos procesos, debido a la ausencia de un marco conceptual construido sobre la física de materia compleja no en equilibrio. No se trata de una simple cuestión de aplicar los conceptos físicos bien conocidos a una nueva serie de sistemas; la investigación de sistemas complejos y procesos biológicos ya ha revelado, y se espera que siga haciéndolo, principios fundamentalmente nuevos de autoorganización que permiten a estos sistemas formarse y a estos procesos funcionar con robustez. Así, el estudio de la física biológica es una empresa mixta, que tiene tanto que ofrecer a la comunidad física como a la biológica. La física biológica abarca el estudio de mecanismos físicos fundamentales, y presta especial atención a cómo el genoma de un organismo codifica toda una panoplia impresionante de estructuras y procesos dinámicos, todo ello al servicio de la supervivencia evolutiva. La física biológica se está convirtiendo en la nueva gran frontera para la ciencia en el siglo XXI. Este campo representa una fertilización mutua de ideas y métodos de la biología y la bioquímica, por una parte, y de la física de sistemas complejos, por otra. Esa frontera es el estudio de sistemas complejos, en la que el estudio de los sistemas biológicos complejos constituye evidentemente un eje central.
Algunos siglos después se interesaron los egipcios y otras culturas sobre el aprovechamiento de las lluvias y sequías para sacar el mejor provecho a las siembras de sus diferentes alimentos y en nuestra actualidad los científicos han aprovechado la física para tratar de explicar y reproducir fenómenos de la naturaleza.
Todo esto nos lleva a dar una mirada exhaustiva a la física y sus intrincados caminos y enlaces con otras áreas del conocimiento como es la biología, la quimica, entre otras. Que han proporcionado muchos avances en las ciencias naturales en el marco microscópico y macroscópico; donde el primero por razones de estudio es dejada a un lado para que la estudien los científicos y la según es la más estudiada por su facilidad y simplicidad a la hora de estudiarla, teniendo en cuenta que esta es observada desde un sistema de referencia que permite su mejor visualización.
No cabe duda de que la biología es una ciencia que se encuentra en un período de avances asombrosos, sobre todo en lo que se refiere a su capacidad de generar nuevos datos relevantes sobre los procesos que se producen en la materia viva, en una escala que va desde la molécula hasta un organismo completo. Pero estos datos por sí mismos son insuficientes para generar una comprensión real de estos procesos, debido a la ausencia de un marco conceptual construido sobre la física de materia compleja no en equilibrio. No se trata de una simple cuestión de aplicar los conceptos físicos bien conocidos a una nueva serie de sistemas; la investigación de sistemas complejos y procesos biológicos ya ha revelado, y se espera que siga haciéndolo, principios fundamentalmente nuevos de autoorganización que permiten a estos sistemas formarse y a estos procesos funcionar con robustez. Así, el estudio de la física biológica es una empresa mixta, que tiene tanto que ofrecer a la comunidad física como a la biológica. La física biológica abarca el estudio de mecanismos físicos fundamentales, y presta especial atención a cómo el genoma de un organismo codifica toda una panoplia impresionante de estructuras y procesos dinámicos, todo ello al servicio de la supervivencia evolutiva. La física biológica se está convirtiendo en la nueva gran frontera para la ciencia en el siglo XXI. Este campo representa una fertilización mutua de ideas y métodos de la biología y la bioquímica, por una parte, y de la física de sistemas complejos, por otra. Esa frontera es el estudio de sistemas complejos, en la que el estudio de los sistemas biológicos complejos constituye evidentemente un eje central.